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“Lo que ve una gran empresa para colocarse es la infraestructura”

Fausto Hernández Trillo, economista y consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, dialogó con FM La Isla respecto a su participación en el Congreso Internacional “Motores de Desarrollo”

“Lo que ve una gran empresa para colocarse es la infraestructura”

Fausto Hernández Trillo, economista y consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, dialogó con FM La Isla respecto a su participación en el Congreso Internacional “Motores de Desarrollo”

Fausto Hernández Trillo, economista y consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, dialogó con FM La Isla respecto a su participación en el Congreso Internacional “Motores de Desarrollo” que impulsa la consultora FINNOVA y habló sobre el caso de la promoción mexicana.

El próximo 25 de abril, la consultora FINNOVA realizará el Congreso Internacional “Motores de Desarrollo” con la participación de importantes exponentes en economía, para hablar en torno a la 19.640 de Tierra del Fuego.

Uno de los expositores es el economista Fausto Hernández Trillo, quien además es consultor del BID, el cuál habló con FM La Isla al respecto de su exposición sobre la promoción mexicana:

“Hay que remontarnos hacia la ‘década perdida’, allá por los 80s. Eso abre las puertas para tener un consenso de apertura comercial que se da hacía los 90s en toda América Latina. Sin embargo, una de las claves o ventajas que tuvo México, paradójicamente, la industrialización tuvo que ver mucho con la cercanía con los Estados Unidos”, comenzó exponiendo Hernández Trillo.

“El acceso a un mercado tan grande, en números y poder adquisitivo, fue muy importante. Hay que especificar que la parte tecnológica la importamos en ese momento, porque muchas empresas vinieron a instalarse en México, es ahí donde los mexicanos tratan de imitar esa tecnología”, agregó.

“Hay un debate mundial sobre cómo promover, -continuó el economista-, en el pasado se hacía impidiendo la competencia del exterior, con el proteccionismo. Eso no ha tenido mucho éxito en la historia, sobre todo en América Latina, y nos hemos desviado a una promoción más agresiva en términos de atraer capital, de abrir con regulación”.

“En México sufrimos un poco el extremismo de la libertad de mercado, hay que promoverlo, pero con cierta regulación, porque el mercado tiene sus fallas”, advirtió.

En este sentido, Hernández Trillo fue consultado por cómo se lleva el régimen con la cuestión tributaria: “Eso es marginal, no es tan importante. Lo que ve una gran empresa para colocarse es la infraestructura, que haya salida de los productos vía terrestre, marítima o área, que haya respeto en términos a los contratos, que haya electricidad, agua. En general, que haya seguridad”.

“Teníamos tradicionalmente mucho incentivo fiscal, pero las empresas se van a colocar independientemente de esto en las zonas donde hay infraestructura, estado de derecho y seguridad”, reiteró.

Respecto a las cualidades de la promoción que puso a México en el proceso de industrialización, dijo: “Se trabajo muchísimo la reducción completa de aranceles y tarifas, a ciertos productos y con ciertas regiones. Fue una apertura dirigida hacia el continente americano, porque tenemos hasta el día de hoy aranceles con otras regiones del mundo”.

“México tenía poca credibilidad en ese momento, porque los cambios gubernamentales siempre traen ciertos vaivenes. La manera que se logró estabilidad fue con vía de tratados comerciales, básicamente con Estados Unidos Europa y países de América Latina”, aseguró.

“De hecho, el tratado de libre comercio dio la señal de que estábamos en serio para comprometernos de no tener esos vaivenes de un día abrir y al otro cerrar”, especificó.

Sin embargo, también habló del lado negativo de la promoción en México y cómo impacto en la distribución del país: “El caso mexicano tiene su lado oscuro, México por su cercanía con los Estados Unidos desarrolló mucho el norte y el sur quedó postergado. Eso provocó una migración interna y externa. Se descuidó también el mercado interno, en el sentido de que no hubo una política educativa acorde a la demanda del sector exportador, entonces hubo gente que quedó en actividades informales, la mitad de los trabajadores son informales, no tienen acceso a la seguridad social, tienen altos índices de pobreza”.

“Hay dos Méxicos, uno moderno, tecnológico e industrial y otro poco educado, informal y sufriendo mucho para vivir el día a día”, lamentó.

“Nos queda claro que hay secuelas que se tiene que reordenar. Iniciamos ese camino, el cambio que tuvimos para esta administración es para atender esas secuelas. El país tiene ese reto, no es fácil, pero allí está”, puntualizó.

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