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AFIP se enfrenta a una nueva crisis laboral tras la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo

Andrés Molina, representante del gremio de AFIP, denuncia intentos de debilitamiento del organismo y acusa al Gobierno de “violencia discursiva” hacia sus trabajadores. A días de una reunión clave en

AFIP se enfrenta a una nueva crisis laboral tras la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo

Andrés Molina, representante del gremio de AFIP, denuncia intentos de debilitamiento del organismo y acusa al Gobierno de “violencia discursiva” hacia sus trabajadores. A días de una reunión clave en

Andrés Molina, representante del gremio de AFIP, denuncia intentos de debilitamiento del organismo y acusa al Gobierno de “violencia discursiva” hacia sus trabajadores. A días de una reunión clave en la Secretaría de Trabajo, las medidas de fuerza quedan suspendidas, pero persisten las dudas sobre el futuro de las negociaciones.

El sindicato de trabajadores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) acató la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo en medio de un conflicto escalado por reclamos laborales y críticas a las políticas del Gobierno en materia de elevación. Andrés Molina, delegado de la Asociación de Empleados de la AFIP (AEAFIP), en declaraciones a FM La Isla, señaló que que esta medida de conciliación responde a un intento de frenar un paro que, en sus palabras, se anticipaba “contundente” y con un alto impacto en las tareas de recaudación y fiscalización programadas.

Molina explicó que la decisión del organismo de Trabajo de convocar a conciliación refleja el temor del Gobierno ante las consecuencias de una medida que tenía previsto paralizar las actividades en AFIP por completo. “La medida iba a hacerse sentir en todo el país, porque venimos sosteniendo un reclamo creciente y muy sólido ante los atropellos que hemos recibido por parte del Gobierno”, afirmó. El delegado también indicó que esta situación marca una etapa de “violencia discursiva” hacia los trabajadores de AFIP, generada por una gestión que —en su visión— busca “debilitar los organismos de control en lugar de fortalecerlos”.

Impacto en Todo el País y Tensión Política

El gremialista detalló que la fuerza de las manifestaciones ha sido uniforme en las diferentes regiones de Argentina, debido a lo que define como un ambiente de presión constante sobre los trabajadores y una escalada de declaraciones despectivas por parte del Gobierno. “En todo el país, los trabajadores de la AFIP estamos siendo objeto de un discurso que nos desprestigia, pero además preocupa que esta presión no solo afecte nuestras condiciones laborales, sino que tenga un impacto sobre las funciones del organismo”, apuntó Molina.

De acuerdo con Molina, el debilitamiento de la AFIP no solo tendría efectos sobre la recaudación fiscal, sino también en otros aspectos críticos para el control de los delitos de transnacionales, como el narcotráfico y la trata de personas, que requieren de una estructura fiscalizadora robusta. El dirigente gremial mencionó que, en años anteriores, la dependencia cumplió una función vital en el marco del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que evaluaba el compromiso de los países en la lucha contra el lavado de dinero y otros crímenes organizados. “En un momento en el que deberíamos estar reforzando nuestros controles, la AFIP está siendo objeto de un debilitamiento, lo cual podría afectar nuestra calificación y la confianza internacional”, advirtió.

Reunión de Conciliación y Dudas sobre los Resultados

El jueves próximo, la Secretaría de Trabajo convocará a los gremios de la AFIP y el Sindicato Único del Personal Aduanero (SUPARA) para una reunión que, según Molina, podría definir el rumbo de las negociaciones. “Este gobierno no suele optar por la conciliación obligatoria, así que interpretamos esto como una acción más política que de buena fe”, comentó Molina. Sin embargo, también expresó reservas sobre el alcance de la conciliación obligatoria, al considerar que podría ser solo una táctica para bloquear el paro, sin compromiso real de resolver el conflicto.

La próxima reunión, pautada para el lunes 4 de noviembre, será una instancia decisiva, según el delegado, ya que permitirá a los gremios evaluar si el Gobierno está dispuesto a discutir las demandas en un marco serio de negociación. “Nos vamos a sentar con todas las precauciones del caso, porque hasta ahora no ha habido ningún intento de diálogo genuino. La convocatoria parece un gesto para frenar el paro, pero no vemos un compromiso de fondo”, aseguró Molina.

Preocupación por el Futuro de la AFIP y Comparación con Otros Conflictos

Molina también subrayó que las recientes acciones del Gobierno siguen un patrón de desprestigio institucional similar al visto en otras entidades, como Aerolíneas Argentinas, cuyo posible cierre o privatización ha sido también objeto de debate. “Hemos visto este proceso antes: primero se desprestigia al organismo, luego se busca desmantelar o privatizar. Lo vivimos ahora con AFIP y podría suceder con otras instituciones que el Gobierno ve como obstáculos”, explicó el representante de AFIP.

El delegado también aprovechó la oportunidad para aclarar los servicios que AFIP brinda a la sociedad, más allá de la mera recaudación de impuestos. Explicó que la agencia también recauda fondos para la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), las obras sociales y las contribuciones de la coparticipación federal. “En ocasiones, nos pone en el lugar de villanos porque la gente no quiere pagar impuestos, pero nuestras tareas van mucho más allá y son fundamentales para el país. La legislación fiscal la define el Congreso, no nosotros”, remarcó.

Expectativas en la Comunidad y el Futuro del Reclamo

Para Molina, los próximos días serán clave en la definición del conflicto, y el apoyo de la sociedad podría desempeñar un papel crucial. Subrayó que, a pesar de que el paro queda momentáneamente suspendido, el descontento entre los trabajadores de AFIP y SUPARA sigue latente y fortalecido por un frente sindical unido bajo la Federación Nacional de Federaciones Recaudadoras (FEFRA). A través de esta estructura, los gremios han logrado organizarse y resistir lo que califican como “medidas de desgaste” del Gobierno hacia los trabajadores de la recaudación pública.

“Esta conciliación no cambia nada si no hay soluciones reales, y aunque cumplimos con el mandato legal de suspender las medidas, vamos a continuar firmes en nuestros reclamos. A partir del 4 de noviembre sabremos si hay avances en la mesa de negociación o si retomamos las medidas de fuerza”, concluyó Molina.

Con la expectativa de una resolución en el corto plazo, los trabajadores de la AFIP esperan que el Gobierno valore el papel esencial de la agencia en el sostenimiento fiscal del país y opte por reforzar su estructura en lugar de continuar con una política que, a juicio de Molina, podría resultar en un retroceso para la transparencia y la recaudación nacional.

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