Argentina avanza hacia el lanzamiento de su primer satélite de monitoreo espacial
La Universidad Nacional de San Martín, junto con SpaceSUR y Veng, preparan el lanzamiento en 2026 de un satélite de alta precisión que revolucionará el monitoreo de infraestructuras críticas.
La Universidad Nacional de San Martín, junto con SpaceSUR y Veng, preparan el lanzamiento en 2026 de un satélite de alta precisión que revolucionará el monitoreo de infraestructuras críticas en todo el mundo.
Un proyecto con visión global y nacional
La Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), en colaboración con las empresas SpaceSUR y Veng, está desarrollando un innovador proyecto espacial que tiene como objetivo lanzar, en 2026, el primer satélite de la misión Focus . Este satélite será un hito en el monitoreo de infraestructuras críticas como puentes, represas y edificios, mediante tecnología avanzada capaz de medir movimientos milimétricos. De esta manera, se busca prevenir posibles accidentes en estructuras clave para la seguridad pública.
El desarrollo de los componentes del satélite ya está en marcha, con un enfoque en reducir los costos de este servicio en más de un 90%, comparado con los valores actuales que se aplican en otros países. Además de abordar necesidades estratégicas de seguridad a nivel nacional, la misión Focus apunta a posicionarse en el mercado internacional como proveedor de esta tecnología de monitoreo espacial.
Tecnología de vanguardia para una mayor precisión
"Focus es una constelación de satélites orientada al mercado global, con prestaciones y precios altamente competitivos, pero con un componente exclusivo nacional, que incluye estaciones terrestres en Argentina y un control total sobre la tecnología y los datos" , expresó Alberto Pérez Cassinelli, director general de SpaceSUR. La misión contará con una infraestructura de control y monitoreo de última generación, y será respaldada por el Ministerio de Defensa de Argentina, que considera este proyecto como una herramienta clave para garantizar la soberanía tecnológica del país.
El satélite empleará una técnica llamada interferometría diferencial, que permite comparar dos imágenes tomadas en diferentes momentos y ubicaciones, para identificar movimientos con una precisión milimétrica. Esta tecnología resulta crucial para el monitoreo constante de infraestructuras y terrenos, permitiendo detectar posibles fallos antes de que se conviertan en desastres. Aunque la misión inicial contempla el lanzamiento de tres satélites, se espera expandir esta flota según la demanda global y nacional.
Lecciones de desastres anteriores
El proyecto Focus se inspira en tragedias como la rotura de la represa minera de Brumadinho en Brasil, en 2019, que dejó más de 250 muertos y provocó enormes pérdidas económicas. Pérez Cassinelli señaló que "ese desastre podría haberse evitado si la represa hubiera sido monitoreada con esta tecnología". Este tipo de prevención es uno de los pilares de la misión, que busca evitar catástrofes al ofrecer monitoreos periódicos y precisos de las infraestructuras más críticas.
Un satélite accesible y eficiente
El satélite, que pesará 150 kilos y operará a 600 kilómetros de la Tierra, estará equipado con un Radar de Apertura Sintética (SAR) en banda X, una tecnología que proporciona imágenes de alta resolución, con píxeles menores a un metro. A diferencia de los sensores ópticos, los radares SAR tienen la ventaja de poder operar las 24 horas del día ya través de cualquier condición climática, ya que pueden penetrar nubes y realizar mediciones sin ser afectados por las variaciones atmosféricas.
A pesar de que los servicios similares disponibles en el mercado son costosos, con precios que oscilan entre 500 y 2000 dólares por escena, la misión Focus tiene la intención de reducir estos costos significativamente. El servicio que actualmente cuesta entre 50.000 y 200.000 dólares por año se ofrecerá por aproximadamente 2.000 dólares anuales, gracias al modelo de negocio basado en NewSpace , que busca democratizar el acceso a esta tecnología.
Formación y desarrollo local
El proyecto nació como una iniciativa integradora dentro de la carrera de Ingeniería Espacial de la UNSAM y se ha convertido en una empresa tecnológica con una fuerte proyección. "Aplicamos la metodología CDIO (conseguir, diseñar, implementar y operar), orientada a la formación de competencias mediante proyectos reales, donde los estudiantes colaboran con actores externos", explicó Erwin Beccari, docente de la UNSAM.
El proyecto ya ha superado la fase inicial de desarrollo y ahora busca asegurar fondos tanto internacionales como nacionales para continuar con su avance. El objetivo es alcanzar un producto mínimo viable y tener el primer lanzamiento del satélite a mediados de 2026. En el futuro, se prevé que los satélites puedan ser lanzados desde el cohete argentino Tronador II, actualmente en desarrollo.
Colaboración estratégica y expansión internacional
En 2020, SpaceSUR, una compañía especializada en ingeniería y desarrollo de software, se unió al proyecto, seguido de Veng, una empresa argentina dedicada al desarrollo de tecnologías espaciales. También se sumó la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que apoya el proyecto mediante becas para estudiantes.
"El radar SAR ha sido utilizado en satélites como los argentinos SAOCOM y en la misión Copernicus de la Agencia Espacial Europea, para monitorear grandes áreas. Ahora, con el enfoque de Focus , podremos focalizar en activos específicos como puentes, represas y minas, utilizando satélites de alta resolución en banda X”, destacó Pérez Cassinelli.
Con el respaldo de la UNSAM, el sector privado y las instituciones nacionales, este proyecto promete marcar un antes y un después en el monitoreo de infraestructuras y la utilización de tecnología espacial para la prevención de desastres.