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Bullrich y Milei preparan nueva represión frente al Congreso: aumentan la apuesta con "sorpresas" y más violencia

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldada por el presidente Javier Milei, planea intensificar la respuesta represiva este miércoles durante la marcha en apoyo a los jubilados.

Bullrich y Milei preparan nueva represión frente al Congreso: aumentan la apuesta con "sorpresas" y más violencia

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldada por el presidente Javier Milei, planea intensificar la respuesta represiva este miércoles durante la marcha en apoyo a los jubilados.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldada por el presidente Javier Milei, planea intensificar la respuesta represiva este miércoles durante la marcha en apoyo a los jubilados. Con un operativo que incluirá "varias sorpresas", el Gobierno busca frenar las protestas, mientras crece el rechazo por el ataque al fotoperiodista Pablo Grillo, quien sigue en estado crítico.

El Gobierno nacional se prepara para enfrentar una nueva jornada de movilizaciones este miércoles, cuando miles de personas se congreguen frente al Congreso en respaldo a los jubilados y en repudio a la represión desatada la semana pasada. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con el aval explícito del presidente Javier Milei, planea redoblar la apuesta con un operativo que promete "varias sorpresas", según adelantaron fuentes oficiales.

El clima es de máxima alerta. Desde la Casa Rosada aseguran estar "preparados para lo que venga", en alusión a una posible escalada de conflictos durante la manifestación. Se espera que la convocatoria sea aún más numerosa y diversa que la anterior, con la participación de sindicatos, movimientos sociales y organizaciones políticas que buscan denunciar el uso desmedido de la fuerza pública y exigir justicia por Pablo Grillo, el fotoperiodista que permanece internado en el Hospital Ramos Mejía en estado crítico tras ser alcanzado por un cartucho de gas lacrimógeno disparado por un gendarme.

A pesar de las evidencias que apuntan a irregularidades en el accionar de las fuerzas de seguridad, el Gobierno no parece dispuesto a retroceder. Por el contrario, insiste en ajustar "tácticamente" el despliegue policial y avanzar con una estrategia de mano dura. "Va a haber de todo, varias sorpresas que no podemos adelantar", afirmaron con tono desafiante desde el entorno de Bullrich.

La represión y el caso Grillo

El ataque al fotoperiodista Pablo Grillo ha generado un fuerte rechazo en diversos sectores de la sociedad. Bullrich intentó justificar el accionar de las fuerzas de seguridad, afirmando que "ninguno tiró por fuera del protocolo", y llegó a señalar que Grillo era "kirchnerista", como si su filiación política justificara el ataque. Estas declaraciones han sido cuestionadas incluso dentro del propio Congreso, donde integrantes de la Comisión Bicameral de Inteligencia solicitaron que la ministra explique la situación, ante sospechas de que existan bases de datos clandestinas con información política de los manifestantes.

Mientras tanto, el Gobierno sigue adelante con su estrategia represiva. Durante una reunión el viernes pasado, Bullrich confirmó que en el próximo operativo se utilizarán las mismas armas que la semana anterior, muchas de las cuales fueron empleadas de manera incorrecta y pusieron en riesgo la vida de los manifestantes. Además, criticó a la jueza Karina Andrade, quien ordenó liberar a los detenidos tras la marcha, y desde la Casa Rosada la tildaron despectivamente como "la jueza K", anunciando una posible denuncia en su contra.

Milei redobla la apuesta

El presidente Milei, por su parte, ha respaldado públicamente a Bullrich y ha intensificado su retórica en modo campaña. Durante un acto en Expoagro, el mandatario aseguró que "acelerará mucho más" en su gestión y elogió a la ministra de Seguridad, afirmando que "el que las hace las paga". Además, advirtió que las protestas no son solo contra él, sino "contra todos ustedes", en un intento de consolidar el apoyo de su base más dura.

La respuesta de la oposición y los sindicatos

Frente a la escalada represiva, la oposición y los movimientos sociales han redoblado su compromiso con la movilización. Este miércoles, se espera la presencia de Beatriz Blanco, una jubilada de 81 años que fue reprimida durante la última protesta y que ha decidido no amedrentarse ante las amenazas del Gobierno. Además, la CGT ha adelantado la posibilidad de realizar un paro nacional de 24 horas entre el 2 y el 10 de abril, en rechazo a las políticas oficiales.

En el Congreso, mientras tanto, el Gobierno buscará avanzar con la aprobación de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que amplía el presupuesto de la SIDE en 7.000 millones de pesos, incluidos 1.650 millones en fondos reservados. Esta medida ha generado críticas por su falta de transparencia y por el contexto en el que se enmarca: un aumento del gasto en inteligencia mientras se recortan programas sociales.

Un clima de tensión creciente

El escenario político y social se complejiza cada vez más para el oficialismo. Mientras Milei y Bullrich insisten en que la represión es la única forma de frenar el descontento, las protestas continúan ganando fuerza. En el oficialismo, sin embargo, creen que la mano dura refuerza el apoyo de su núcleo duro, aunque las encuestas y el malestar popular parecen indicar lo contrario.

Con un clima de polarización extrema, el miércoles promete ser una jornada clave para el futuro del Gobierno y para la democracia argentina. La pregunta que queda en el aire es si la violencia será suficiente para silenciar las demandas de una sociedad cada vez más movilizada.

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