
Ciberfraudes en CABA: la fiscalía especializada revela cifras alarmantes y emite recomendaciones clave
La nueva Fiscalía Especializada en Ciberfraudes de la Ciudad de Buenos Aires recibe diariamente unas veinte denuncias por estafas virtuales. En apenas seis meses de funcionamiento, los fraudes alarman
La Fiscalía Especializada en Ciberfraudes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (FISEC) enfrenta un desafío creciente: cada día recibe un promedio de veinte denuncias relacionadas con estafas virtuales, sin contar aquellas presentadas de manera anónima, incompleta o sin la información necesaria. Desde su apertura, el pasado 1 de junio de 2024, y bajo la dirección del fiscal Miguel Ángel Kessler, se han registrado maniobras ilegales que involucran cifras multimillonarias. La oficina está ubicada en Avenida Cabildo 3067, Piso 4, y se ha convertido en un punto clave para combatir esta creciente problemática.
Un panorama preocupante: las cifras del ciberfraude
Según informaron fuentes del Ministerio Público Fiscal, hasta el viernes pasado, las denuncias en trámite implicaban un monto acumulado de $3.499.730.992. Esta cifra representa solo una fracción del problema, ya que muchos afectados no llegan a denunciar, ya sea por desconocimiento o desconfianza en el sistema.
Entre las modalidades más habituales se encuentran:
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Fraudes en plataformas bancarias y billeteras virtuales.
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Robo de datos de tarjetas de crédito y débito.
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Hackeo de cuentas de WhatsApp mediante códigos de verificación.
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Enlaces maliciosos y manipulaciones informáticas para acceder a sistemas financieros.
Dificultades en la investigación y medidas preventivas
Los especialistas de la FISEC advierten que la demora en realizar una denuncia complica seriamente las investigaciones. “Si el fraude ocurrió hace más de dos semanas, las chances de avanzar son mínimas”, afirmaron. Por ello, se han implementado procedimientos para agilizar la toma de denuncias y su posterior notificación a la fiscalía.
Además, subrayaron la importancia de la colaboración con entidades financieras. “Estamos trabajando con bancos y billeteras virtuales para endurecer los requisitos al abrir cuentas. Muchas estafas comienzan con la apertura de cuentas bajo engaños y la transferencia de fondos mediante cascadas que dificultan su rastreo”, explicaron.
El rol de las billeteras virtuales
Las billeteras digitales se han convertido en una herramienta recurrente para los delincuentes. En algunos casos, inducen a las víctimas a abrir cuentas nuevas y las vinculan con otras cuentas donde tienen fondos. A través de transferencias rápidas y sucesivas, el dinero se distribuye entre varias billeteras, dificultando su localización.
La FISEC también está firmando acuerdos con bancos y empresas de billeteras digitales para detectar movimientos sospechosos, como cuentas que pasan de estar inactivas a realizar numerosas transacciones en minutos. Sin embargo, advierten que muchos de estos servicios aún carecen de sistemas de alerta automática.
Errores comunes y consejos para protegerse
Uno de los errores más frecuentes es ingresar a plataformas bancarias mediante enlaces desde buscadores web, lo que expone a los usuarios a sitios clonados. Además, el hackeo de cuentas de WhatsApp y el “cuento del tío digital” son estafas cada vez más habituales.
Desde la FISEC emitieron una serie de recomendaciones para prevenir ciberfraudes:
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Desconfíe de llamadas sospechosas. Nunca comparta datos personales, contraseñas o códigos de verificación por teléfono o mensajería.
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Verifique la legitimidad de las comunicaciones. Corte la llamada y contacte directamente al organismo o empresa por sus canales oficiales.
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Evite enlaces inseguros. No haga clic en vínculos enviados por remitentes desconocidos ni descargue aplicaciones de fuentes no verificadas.
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Refuerce la seguridad de sus contraseñas. Elija claves complejas y actualícelas periódicamente.
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Realice compras en sitios seguros. Asegúrese de que las páginas tengan “https://” y un candado cerrado en la barra de dirección.
Conclusión: una batalla constante
La lucha contra el cibercrimen requiere no solo la acción de las autoridades, sino también el compromiso de los usuarios en adoptar medidas preventivas. Como enfatizan desde la FISEC, la educación y la atención a los detalles son herramientas clave para evitar convertirse en víctima de una estafa virtual. Ante cualquier situación sospechosa, se recomienda actuar con rapidez y denunciar a tiempo. La protección comienza con la información.