
Informe científico desmiente versión oficial sobre disparo a fotógrafo Pablo Grillo: "Fue un tiro directo y de arriba hacia abajo"
Un análisis pericial realizado por expertos independientes contradice las explicaciones del Ministerio de Seguridad sobre el ataque al fotógrafo Pablo Grillo durante una protesta.
El físico Rodolfo Guillermo Pregliasco, investigador del CONICET, confirmó que el disparo no siguió los protocolos y fue dirigido directamente hacia la víctima.
Menos de 24 horas después de que las fuerzas de seguridad, bajo las órdenes de la ministra Patricia Bullrich, dispararan una granada de gas lacrimógeno que impactó gravemente al fotógrafo Pablo Grillo, un informe del Mapa de la Policía —una iniciativa de la sociedad civil— desmontó las justificaciones oficiales. El análisis, realizado por dos peritos, entre ellos el físico Rodolfo Guillermo “Willy” Pregliasco, investigador independiente del CONICET, reveló que el disparo no se efectuó en un ángulo de 45 grados hacia arriba, como establecen los protocolos, ni rebotó en ninguna superficie antes de alcanzar al joven.
Pregliasco, quien ha participado como perito en más de 60 causas judiciales, incluyendo la masacre de Trelew y los asesinatos del Puente Pueyrredón, afirmó en diálogo con este medio: “No queda duda de que el disparo fue realizado por personal uniformado y de que fue un tiro de arriba hacia abajo”.
El experto explicó cómo llegó a esta conclusión: “El video muestra claramente la trayectoria del proyectil. No fue un rebote. Cualquiera que vea las imágenes puede darse cuenta. La trayectoria es rectilínea y apunta directamente a la cabeza de Pablo Grillo”.
El análisis se basó en un video captado durante la represión, donde se observa el proyectil en pleno vuelo durante casi medio segundo. “Es algo que nunca había visto en mis años de experiencia. El proyectil se ve en trece cuadros del video, lo que permite trazar su trayectoria con precisión”, detalló Pregliasco.
La importancia de la evidencia en tiempo real
Pregliasco destacó la importancia de recolectar evidencia de manera inmediata: “La justicia tiene protocolos lentos, y muchas veces, cuando llega el momento del juicio, los testigos ya no están o las pruebas se han perdido. En este caso, el material audiovisual es crucial para esclarecer lo ocurrido”.
El físico también se refirió a la necesidad de preservar todas las pruebas disponibles, incluyendo grabaciones de cámaras de seguridad, drones y testimonios de testigos. “El gobierno prohibió el uso de drones en las marchas, lo que no solo limita la cobertura mediática, sino que también elimina un mecanismo de protección para los manifestantes”, señaló.
La responsabilidad del personal uniformado
Aunque el informe no identifica al autor material del disparo, Pregliasco subrayó que “no hay duda de que fue un agente uniformado quien disparó”. Además, descartó que el proyectil haya rebotado antes de impactar a Grillo, como se había sugerido inicialmente. “Es imposible que un rebote resulte en una trayectoria de arriba hacia abajo. El disparo fue directo”, afirmó.
El experto también mencionó que hay material adicional, como grabaciones de TN, que podrían ayudar a identificar el origen del disparo. Sin embargo, advirtió que “se requiere un análisis más detallado y cauteloso antes de sacar conclusiones definitivas”.
Ciencia y justicia: un vínculo necesario
Pregliasco, quien forma parte del Programa Nacional de Ciencia y Justicia del CONICET, destacó el papel de la ciencia en la resolución de casos judiciales. “La ciencia aporta herramientas para la discusión basada en hechos, no en especulaciones. En un país donde la realidad a menudo se distorsiona, este tipo de análisis resulta reconfortante para muchos”, expresó.
El físico también criticó el desfinanciamiento y la estigmatización de la ciencia en Argentina. “El pensamiento científico está en cuestión, pero es fundamental para construir una sociedad más justa y transparente”, sostuvo.
¿Qué sigue?
Pregliasco confía en que, con el material disponible, se podrá reconstruir lo ocurrido durante la represión. “Hay buenas chances de avanzar en la investigación. Hay mucho material para analizar y correlacionar”, aseguró.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y medios independientes continúan recolectando pruebas y testimonios para exigir justicia. “Este no es solo un caso aislado. Es parte de un patrón de violencia institucional que debe ser investigado y sancionado”, concluyó el experto.
El caso de Pablo Grillo no solo ha puesto en evidencia los excesos de las fuerzas de seguridad, sino también la importancia de la ciencia y la sociedad civil en la búsqueda de la verdad.