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Julián del Valle Calvo: El estudiante fueguino que lidera un equipo argentino en la competencia mundial de cohetería IREC

El joven riograndense, de 22 años, estudia Ingeniería Mecánica en el ITBA y encabeza un grupo de 52 personas que competirá en EE.UU. con un cohete diseñado y construido por ellos mismos.

Julián del Valle Calvo: El estudiante fueguino que lidera un equipo argentino en la competencia mundial de cohetería IREC

El joven riograndense, de 22 años, estudia Ingeniería Mecánica en el ITBA y encabeza un grupo de 52 personas que competirá en EE.UU. con un cohete diseñado y construido por ellos mismos.

Julián del Valle Calvo, un joven de 22 años oriundo de Río Grande, Tierra del Fuego, está dejando su marca en el mundo de la ingeniería aeroespacial. Como estudiante de Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), Julián lidera un equipo de 52 personas que representará a Argentina en la competencia internacional de cohetería IREC (Intercollegiate Rocket Engineering Competition), que se llevará a cabo en Estados Unidos en junio de este año. Este evento reúne a 170 equipos de todo el mundo, y el grupo de Julián es el único representante argentino.

El joven estudiante comenzó su formación en el ITBA en 2020, y actualmente cursa su quinto año de carrera. Desde pequeño, Julián sintió una gran pasión por el sector aeroespacial, lo que lo llevó a elegir esta institución, reconocida por su enfoque en ingenierías de alto nivel. “Siempre me apasionó la parte aeroespacial. Cuando terminé el secundario en el EPEIM, empecé a buscar carreras y un tío me recomendó el ITBA. Me decidí por esta facultad y no me arrepiento”, relató Julián.

El equipo que lidera Julián participará por tercera vez en la competencia IREC, la más importante a nivel universitario en el ámbito de la cohetería. En las ediciones anteriores, el joven fueguino se desempeñó como líder del sector de aerostructuras, encargándose del diseño y construcción del fuselaje del cohete. Este año, dio un salto y asumió el rol de líder general del equipo, coordinando a los 52 integrantes divididos en seis grupos especializados. “Mi función es crear vínculos entre nosotros, la facultad y los organizadores de la competencia. Además, me aseguro de que cada sector cumpla con sus objetivos y que avancemos según lo planeado”, explicó.

La competencia IREC no solo evalúa el lanzamiento del cohete, sino también el desarrollo técnico detrás del proyecto. Los equipos deben presentar un informe detallado que justifique cada decisión tomada durante el proceso de diseño, desde la elección de materiales hasta los ensayos realizados. “El cohete debe alcanzar una altura de 10.000 pies (3.000 metros) y aterrizar de manera segura. Pero además, debemos demostrar que cada parte del proyecto está respaldada técnicamente”, detalló Julián.

Uno de los mayores desafíos del equipo es el traslado del cohete a Estados Unidos. Debido a limitaciones presupuestarias, los estudiantes han diseñado un cohete modular cuyas partes pueden ser transportadas en valijas. “Cada uno lleva un segmento del cohete en su equipaje. Uno lleva la electrónica, otro el tanque, otro el motor. Es una forma ingeniosa de resolver el problema”, comentó Julián, quien destacó el esfuerzo y la dedicación que implica participar en un proyecto de esta envergadura. “Es un sacrificio enorme, pero estoy dispuesto a hacerlo. Me llena de orgullo ser parte de esto”, afirmó.

Julián es el único integrante del equipo proveniente de Tierra del Fuego, aunque en el ITBA hay otros estudiantes riograndenses. “Es complicado convencer a otros de sumarse, porque requiere mucho tiempo y dedicación. Pero para mí, vale la pena”, aseguró. Sus metas a corto plazo incluyen mejorar el rendimiento del cohete en la competencia y, a largo plazo, consolidarse como profesional en el sector aeroespacial. “Quiero terminar la carrera y encarar proyectos más profesionales, siempre buscando ese lado aeroespacial que tanto me gusta”, expresó.

El equipo de cohetería del ITBA comparte sus avances a través de la cuenta de Instagram @Itbarocketry, donde publican actualizaciones sobre el desarrollo del proyecto. “Esperamos que todos nos sigan y nos apoyen en esta aventura”, concluyó Julián, quien sueña con ver su cohete ascender, abrir su paracaídas y aterrizar de manera exitosa en tierras estadounidenses.

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