Los asistentes de voz, una herramienta para combatir la soledad en personas mayores
Investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) señalan que los dispositivos de asistencia de voz pueden reducir significativamente los sentimientos de soledad no deseada en la población.
En las últimas décadas, la soledad se ha convertido en un desafío social de creciente importancia, especialmente entre los adultos mayores, quienes son particularmente vulnerables a este problema. La soledad no deseada no solo afecta el bienestar psicológico, sino que también está vinculada a un mayor riesgo de aislamiento, reducción de la calidad de vida, y en los casos más graves, a un aumento de la mortalidad.
Un equipo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha revisado estudios previos sobre el uso de asistentes de voz para mitigar este problema en personas mayores. “Nuestro objetivo era analizar el impacto de estos dispositivos en la soledad de los adultos mayores y determinar si pueden ser una herramienta efectiva para abordar este desafío creciente”, explica Elena Castro, investigadora y primera autora de la revisión, junto a sus colegas Modesta Pousada y Eulàlia Hernández, del grupo Behavioural Design Lab del eHealth Center de la UOC.
De acuerdo con cifras de la Fundación “La Caixa”, en España alrededor de tres millones de personas mayores experimentan soledad no deseada, una situación que genera un costo social y económico considerable, estimado por la Fundación ONCE en más de 14.000 millones de euros anuales, lo que equivale al 1,17% del PIB español.
El potencial de los asistentes de voz
La revisión de estudios mostró que el 85% de los trabajos concluyen que los asistentes de voz contribuyen a reducir la soledad en los mayores. “Estos dispositivos pueden desempeñar un papel clave en la mejora del bienestar psicológico, al proporcionar una sensación de compañía y asistencia en la vida diaria”, señala Castro. Algunos participantes incluso describen a los asistentes como “un amigo” o “compañero”, lo que resalta el impacto emocional positivo que pueden generar.
Aunque la interacción no sea física, la percepción de tener una presencia que responde y asiste puede generar una conexión emocional que reduce el sentimiento de aislamiento. Esta tecnología no solo facilita la gestión diaria mediante recordatorios o acceso rápido a información y entretenimiento, sino que también puede ofrecer un apoyo emocional crucial para personas mayores que experimentan aislamiento prolongado.
No obstante, persisten barreras para su implementación, como la falta de familiaridad con la tecnología y cierta resistencia al cambio entre los mayores. “Es fundamental educar a los usuarios y adaptar los dispositivos a sus necesidades para maximizar su eficacia”, señala la investigadora.
Un problema de salud pública
La soledad no deseada tiene graves consecuencias para la salud física y mental, aumentando el riesgo de padecer trastornos como la ansiedad, la depresión o problemas del sueño, según alerta la Organización Mundial de la Salud. Además, se asocia con un deterioro cognitivo acelerado y un mayor riesgo de complicaciones en otras patologías.
Ante este panorama, los asistentes de voz surgen como una solución prometedora. No solo facilitan la interacción social, sino que, bien implementados, pueden mejorar la calidad de vida de millones de personas mayores. Sin embargo, los expertos subrayan la necesidad de continuar investigando para explorar todo su potencial y abordar las posibles implicaciones éticas de su uso.