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Científicas Argentinas Transforman Cañas en Energía: El Biogás como Alternativa Sustentable

Investigadoras de la UNICEN exploran el potencial de la caña como fuente de biogás, una solución energética económica y eficiente.

Científicas Argentinas Transforman Cañas en Energía: El Biogás como Alternativa Sustentable

Investigadoras de la UNICEN exploran el potencial de la caña como fuente de biogás, una solución energética económica y eficiente.

Investigadoras de la UNICEN exploran el potencial de la caña como fuente de biogás, una solución energética económica y eficiente. Este avance podría aportar al cambio de matriz energética en Argentina, donde la producción de biogás ya creció un 10,5% en 2022.

Nuevas fuentes de energía renovable desde la investigación universitaria
Un equipo de científicas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) está liderando un estudio innovador que podría marcar un antes y un después en la generación de energía renovable. Utilizando cañas que crecen de manera natural en las riberas de espejos de agua, investigan su capacidad para producir biogás, una energía que combina metano y dióxido de carbono.

Si bien en Argentina ya existen fuentes de biogás provenientes de residuos sólidos urbanos, estiércol animal y ensilaje de maíz, el uso de cañas representa una alternativa de bajo costo y alta productividad. Según un informe, la generación total de biogás en 2022 podría haber cubierto el 5% del consumo eléctrico nacional de marzo de 2023, lo que resalta su potencial en la matriz energética.

Un proceso colaborativo que busca eficiencia energética
Desde 2019, investigadores como Verónica Córdoba, docente de la Facultad de Ingeniería e investigadora del Conicet, trabajan conjuntamente con la Facultad de Agronomía de la UNICEN. “Ellos analizan la parte agronómica, mientras que nosotras determinamos cuánta energía podría producirse. Caracterizamos las cañas y aplicamos procesos a escala de laboratorio para evaluar su potencial energético”, explica Córdoba.

El biogás se genera mediante un proceso biológico en el que los microorganismos descomponen la materia orgánica, produciendo metano, el equivalente renovable del gas natural. Este recurso tiene múltiples aplicaciones: desde la generación de electricidad y calor hasta su uso como gas natural comprimido en vehículos.

La caña como recurso clave
La caña se perfila como un cultivo de alto rendimiento energético. Su facilidad de crecimiento, incluso en condiciones adversas, la convierte en una materia prima viable. En Europa es considerada una especie invasora por su rápido desarrollo, mientras que en Argentina su uso con finos energéticos aún es incipiente.

Los estudios realizados en laboratorio ya arrojan resultados talentosos. Según Alejandra Manzur, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería, el biogás generado con cañas muestra niveles similares al ensilaje de maíz, el estándar actual. Aunque la energía producida por las cañas es ligeramente menor, su mayor productividad por hectárea compensa esta diferencia, haciéndola competitiva frente a otros recursos.

Ventajas frente al ensilaje de maíz
El ensilaje de maíz, utilizado ampliamente en la producción de biogás, enfrenta dos obstáculos principales: su costo elevado y su competencia con otros usos, como la alimentación animal. Además, su precio está sujeto a fluctuaciones del mercado internacional.

En contraste, la caña no compite con otros sectores y presenta una solución más accesible. “Estamos evaluando también mezclas de silajes de caña y maíz para maximizar el rendimiento energético. Además, analizamos cómo varían las condiciones de la caña según la época de cosecha”, detalla Manzur.

Un sector con potencial de crecimiento
Argentina cuenta con 27 plantas industriales que transforman residuos orgánicos en biogás y biofertilizantes, la mayoría ubicadas en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Según datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la producción de biogás aumentó un 10,5% en 2022, impulsada por un marco regulatorio establecido en 2020 y el uso de biodigestores.

El 62% de las plantas utiliza residuos agrícolas y ganaderos, como estiércol y ensilaje de maíz. Sin embargo, el aprovechamiento de cañas podría diversificar las fuentes y aumentar la capacidad de producción.

El desafío de transformar la matriz energética
Aunque aún está lejos de las grandes potencias en energías renovables, Argentina avanza hacia una transición energética que busca reducir la dependencia de combustibles fósiles. Este esfuerzo se alinea con la creciente necesidad global de adoptar fuentes más limpias y sostenibles.

“La incorporación de la caña al circuito de producción de biogás no solo diversificaría las fuentes de energía renovable, sino que también contribuiría a disminuir costos y garantizar un suministro constante”, concluyen las investigadores.

Con proyectos como este, liderados desde instituciones académicas, el país da un paso más hacia un futuro sustentable, explorando recursos locales y accesibles que prometen ser parte de la solución a los desafíos energéticos globales.

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