
Revolución energética: presentan el primer panel solar oscuro, capaz de generar electricidad también de noche
El innovador desarrollo de la Universidad de Glasgow promete cambiar para siempre la producción de energía solar, extendiendo su uso incluso en ausencia de luz solar directa.
La ciencia vuelve a sorprender al mundo: se ha presentado el primer panel solar oscuro de la historia, un desarrollo que promete transformar radicalmente el sector energético. Este hito llega en un momento estratégico para las energías renovables, que en 2024 experimentaron un crecimiento récord del 15,1%, sumando 585 gigavatios (GW) y alcanzando los 4448 GW a nivel global, según un informe difundido en marzo de 2025 por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
En este contexto de expansión, el protagonismo de la energía solar y la energía eólica ha sido absoluto, representando en conjunto el 96,6% de todas las nuevas incorporaciones al parque renovable mundial durante el último año. Así, la energía proveniente del Sol se consolida como un pilar del presente y del futuro sostenible.
Un avance que redefine el vínculo entre tecnología y naturaleza
El avance tecnológico en paneles solares no solo potencia la generación de energía limpia, sino que también redefine la manera en la que los seres humanos se relacionan con el medioambiente. Cada día son más las empresas que se embarcan en proyectos de autogeneración solar y más ciudadanos que optan por el autoconsumo energético.
En este marco de cambios acelerados, la llegada del primer panel solar oscuro abre un nuevo capítulo en la historia de la energía solar. Se trata de una tecnología que promete romper con una limitación histórica: la necesidad de que el Sol esté presente para producir electricidad.
De Escocia al mundo: la innovación que permitirá generar energía incluso de noche
El innovador proyecto, bautizado como Solspace, es obra de la Universidad de Glasgow, en Escocia. Su objetivo es extender la generación de electricidad solar a las horas nocturnas, algo hasta ahora considerado imposible.
¿La clave? La colocación de enormes espejos orbitales que reflejarán la luz solar hacia los parques solares terrestres durante la noche. Este método garantizará una producción continua de electricidad, independientemente de la posición del Sol.
Además de su ambicioso propósito de eliminar las interrupciones en la generación de energía, el proyecto también apunta a satisfacer la demanda en momentos críticos, cuando el consumo de electricidad aumenta justo cuando el Sol ya no ilumina el firmamento.
El secreto está en los espejos: diseño y funcionamiento
El corazón del proyecto reside en el diseño de espejos hexagonales fabricados con Kapton aluminizado, un material ultraligero y extremadamente resistente a las variaciones térmicas, comúnmente utilizado para proteger los satélites en el espacio.
Estos reflectores estarán equipados con giroscopios eléctricos, permitiéndoles orientarse dinámicamente y redirigir el reflejo solar hacia distintas zonas de la superficie terrestre. Cada espejo podría iluminar un área de hasta 10 kilómetros cuadrados durante unos 20 minutos, generando cerca de 35 megavatios-hora (MWh) de energía extra en cada pasada.
Una vez finalizado el tiempo de iluminación en un área específica, los espejos se reposicionarán automáticamente para proyectar su reflejo hacia el siguiente parque de paneles solares.
Energía continua: una promesa cada vez más cercana
Con este desarrollo, los investigadores no solo buscan maximizar la generación de energía renovable, sino también mejorar la eficiencia de los sistemas solares y reducir la dependencia de otras fuentes de respaldo como baterías o combustibles fósiles.
El panel solar oscuro, surgido en Escocia, se suma a otros avances recientes como el panel solar de interior ultrafino y negro, y genera una gran expectativa en el sector energético, que lo ve como un posible punto de inflexión hacia un futuro donde la generación de energía limpia no tenga pausas.
Mientras tanto, la industria de las renovables continúa batiendo récords y demostrando que la innovación puede ser el motor para enfrentar los desafíos climáticos y energéticos del siglo XXI.